VALLE INCLAN
Luces de bohemia:
1-
Resume brevemente el argumento: ¿Quién es Max Estrella? ¿Cómo es su vida? ¿Por
qué? ¿Quién es Don Latino? ¿En qué consiste la historia representada por la
obra?
La obra nos cuenta el último día de la
vida de Max Estrella, en el que recorre distintos sitios de Madrid, con la compañía
de Don Latino, finalmente Max se suicida por la injusticia que sufre la sociedad
española de la época.
Max Estrella es un poeta bohemio, ciego
y pobre. Se cree que su personalidad se basa en la de Alejandro Sawa, amigo de
Valle Inclán. Tiene una vida bohemia y mísera, porque adopta esa personalidad
bohemia, se cuestiona su vida al inicio de la obra. Don Latino es un aciano
bohemio, que debido a esta característica se junta con el bohemio de Max. La
obra consiste en una crítica social y económica de España, en la obra se
representa con la búsqueda de Max y Don Latino de alguna razón para confiar en
la vida.
2-
Acotaciones: ¿Qué son las acotaciones en una obra de teatro? ¿Qué tenían de
especial las acotaciones de esta obra?
Las acotaciones son unas notas que aclaran la representación de una obra; acciones,
atrezo del escenario, etc.
Valle Inclán convierte sus acotaciones en material literario, además de que
cumplan una función poética dentro del texto dramático.
1- ACOTACIÓN QUE INTRODUCE EL VELATORIO DE MAX
ESTRELLA
- Busca
en ella las características lingüísticas explicadas en el enlace lenguaje de
las acotaciones: ¿qué detalles descritos aquí
son imposibles de ser representados en una obra de teatro? ¿Cómo es la
iluminación de la escena? ¿Cómo aparecen descritos los personajes que le velan?
Velorio en un sotabanco. MADAMA
COLLET y CLAUDINITA, desgreñadas y macilentas, lloran al muerto, ya tendido en
la angostura de la caja, amortajado con una sábana, entre cuatro velas.
Astillando una tabla, el brillo de un clavo aguza su punta sobre la sien
inerme. La caja, embetunada de luto por fuera, y por dentro de tablas de pino
sin labrar ni pintar, tiene una sórdida esterilla que amarillea. Está posada
sobre las baldosas, de esquina a esquina, y las dos mujeres, que lloran en los
ángulos, tienen en las manos cruzadas el reflejo de las velas. DORIO DE GADEX,
CLARINITO y PÉREZ, arrimados a la pared, son tres fúnebres fantoches en hilera
-La parte en la que describe como está el ataúd por dentro es imposible de
ser representado y observado por los actores y público.
La iluminación es pobre, solo dan luz loas cuatro velas alrededor del ataúd.
Madame Collet y Claudinita se las describen como personajes pálidos,
despeinados, mustios, etc. Mientras que Dorio de Gadex, Clarinito y Pérez son
descritos como unos monigotes en el funeral.
2-
ACOTACIÓN QUE DESCRIBE AL LIBRERO ZARATUSTRA
-
¿Dónde se ve la deformación del personaje?
- ¿Qué
recursos literarios (metáforas, comparaciones, hipérboles, personificaciones,
etc) emplea para describirle? Puedes ver esta escena en el minuto de la
película 23 de la película LUCES DE BOHEMIA PELÍCULA
La cueva de ZARATUSTRA en el Pretil de los Consejos. Rimeros de libros
hacen escombro y cubren las paredes. Empapelan los cuatro vidrios de una puerta
cuatro cromos espeluznantes de un novelón por entregas. En la cueva hacen
tertulia el gato, el loro, el can y el librero. ZARATUSTRA, abichado y giboso
-la cara de tocino rancio y la bufanda de verde serpiente-, promueve, con su
caracterización de fantoche, una aguda y dolorosa disonancia muy emotiva y muy
moderna. Encogido en el roto pelote de una silla enana, con los pies entrapados
y cepones en la tarima del brasero, guarda la tienda. Un ratón saca el hocico
intrigante por un agujero.
En la joroba y en la cara de tocino blanco.
Utiliza metáforas e hipérboles.
3-
Temas: A través de las siguientes escenas, aparecen los temas principales de la
obra: injusticias sociales, represión policial, crítica a la burguesía, fin de
la auténtica bohemia literaria, etc. Léelas y responde a las siguientes
preguntas:
TEMA 1: EL FINAL DE LA AUTÉNTICA BOHEMIA
ESCENA 1
Max
Estrella representa la figura del último bohemio auténtico (de ahí el título de
Luces de bohemia). En esta escena habla con un grupo de poetas modernistas
encabezados por Dorio de Gadex y se queja de su situación:
-¿A
qué achaca su olvido por parte de la Real Academia de la Lengua?
-¿Qué consecuencias le trae ser un bohemio?
Recuerda que arriba buscaste el significado de bohemio.
DORIO DE GADEX: Maestro, preséntese usted a un sillón de la Academia.
MAX: No lo digas en burla, idiota. ¡Me sobran méritos! Pero esa prensa
miserable me boicotea. Odian mi rebeldía y odian mi talento. Para medrar hay
que ser agradador de todos los Segismundos. ¡El Buey Apis me despide como a un
criado! ¡La Academia me ignora! ¡Y soy el primer poeta de España! ¡El primero!
¡El primero! ¡Y ayuno! ¡Y no me humillo pidiendo limosna! ¡Y no me parte un
rayo! ¡Yo soy el verdadero inmortal y no esos cabrones del cotarro académico!
¡Muera Maura!
LOS MODERNISTAS: ¡Muera! ¡Muera! ¡Muera!
CLARINITO: Maestro, nosotros los jóvenes impondremos la candidatura de
usted para un sillón de la Academia.
DORIO DE GADEX: Precisamente ahora está vacante el sillón de Don Benito el
Garbancero.
MAX: Nombrarán al Sargento Basallo.
-La Academia le boicotea, porque odian su rebeldía y talento.
-Le trae el rechazo de la Academia.
ESCENA 2
Max es detenido por escándalo público y consigue salir del calabozo gracias
a que intercede un amigo suyo de la juventud que ahora es ministro. Fíjate
en cómo le ha ido la vida de uno y otro. Los dos eran aficionados a la
literatura pero luego llevaron sus vidas por distintos caminos. Puedes ver esta
escena en el minuto 59 de la película: LUCES DE BOHEMIA PELÍCULA:
- ¿A quién le ha ido mejor?
- El ministro dice que su época de bohemia fue la mejor de su vida, ¿crees
que dice la verdad o lo dice con la boca pequeña?
- ¿Qué opina Max Estrella de la
profesión de escritor?
- ¿De dónde saca el ministro el dinero para pagar el sueldo a Max?
- ¿Qué denuncia Valle Inclán con ello?
Su Excelencia abre la puerta de su
despacho y asoma en mangas de camisa, la bragueta desabrochada, el chaleco
suelto, y los quevedos pendientes de un cordón, como dos ojos absurdos
bailándole sobre la panza.
EL MINISTRO: ¿Qué escándalo es éste,
Dieguito?
DIEGUITO: Señor Ministro, no he podido
evitarlo.
MAX: ¡Un amigo de los tiempos heroicos!
¡No me reconoces, Paco! ¡Tanto me ha cambiado la vida! ¡No me reconoces! ¡Soy
Máximo Estrella!
EL MINISTRO: ¡Claro! ¡Claro! ¡Claro!
¿Pero estás ciego?
MAX: Como Homero y como Belisario.
EL MINISTRO: Una ceguera accidental,
supongo...
MAX: Definitiva e irrevocable. Es el
regalo de Venus.
EL MINISTRO: Válgate Dios. ¿Y cómo no
te has acordado de venir a verme antes de ahora? Apenas leo tu firma en los
periódicos.
MAX: ¡Vivo olvidado! Tú has sido un
vidente dejando las letras por hacernos felices gobernando. Paco, las letras no
dan para comer. ¡Las letras son colorín, pingajo y hambre!
EL MINISTRO: Las letras, ciertamente,
no tienen la consideración que debieran, pero son ya un valor que se cotiza.
Amigo Max, yo voy a continuar trabajando. A este pollo le dejas una nota de lo
que deseas... Llegas ya un poco tarde.
MAX: Llego en mi hora. No vengo a pedir
nada. Vengo a exigir una satisfacción y un castigo. Soy ciego, me llaman poeta,
vivo de hacer versos y vivo miserable. Estás pensando que soy un borracho.
¡Afortunadamente! Si no fuese un borracho ya me hubiera pegado un tiro. ¡Paco,
tus sicarios no tienen derecho a escupirme y abofetearme, y vengo a pedir un
castigo para esa turba de miserables, y un desagravio a la Diosa Minerva!
EL MINISTRO: Amigo Max, yo no estoy
enterado de nada. ¿Qué ha pasado, Dieguito?
DIEGUITO: Como hay un poco de tumulto
callejero, y no se consienten grupos, y estaba algo excitado el maestro...
MAX: He sido injustamente detenido,
inquisitorialmente torturado. En las muñecas tengo las señales.
EL MINISTRO: ¿Qué parte han dado los
guardias, Dieguito?
DIEGUITO: En puridad, lo que acabo de
resumir al Señor Ministro.
MAX: ¡Pues es mentira! He sido detenido
por la arbitrariedad de un legionario, a quien pregunté, ingenuo, si sabía los
cuatro dialectos griegos.
EL MINISTRO: Real y verdaderamente la
pregunta es arbitraria. ¡Suponerle a un guardia tan altas Humanidades!
MAX: Era un teniente.
EL MINISTRO: Como si fuese un Capitán
General. ¡No estás sin ninguna culpa! ¡Eres siempre el mismo calvatrueno! ¡Para
ti no pasan los años! ¡Ay, cómo envidio tu eterno buen humor!
MAX: ¡Para mí, siempre es de noche!
Hace un año que estoy ciego. Dicto y mi mujer escribe, pero no es posible.
EL MINISTRO: ¿Tu mujer es francesa?
MAX: Una santa del Cielo, que escribe
el español con una ortografía del Infierno. Tengo que dictarle letra por letra.
Las ideas se me desvanecen. ¡Un tormento! Si hubiera pan en mi casa, maldito si
me apenaba la ceguera. El ciego se entera mejor de las cosas del mundo, los
ojos son unos ilusionados embusteros. ¡Adiós, Paco! Conste que no he venido a
pedirte ningún favor. Max Estrella no es el pobrete molesto.
EL MINISTRO: Espera, no te vayas,
Máximo. Ya que has venido, hablemos. Tú resucitas toda una época de mi vida,
acaso la mejor. ¡Oué lejana! Estudiábamos juntos. Vivíais en la calle del
Recuerdo. Tenías una hermana. De tu hermana anduve yo enamorado. ¡Por ella hice
versos!
MAX:
¡Calle
del Recuerdo,
Ventana
de Helena,
La niña
morena
Que
asomada vi!
¡Calle
del Recuerdo
Rondalla
de tuna,
Y escala
de luna
Que en
ella prendí!
EL MINISTRO: ¡Qué memoria la tuya! ¡Me
dejas maravillado! ¿Qué fue de tu hermana?
MAX: Entró en un convento.
EL MINISTRO: ¿Y tu hermano Alex?
MAX: ¡Murió!
EL MINISTRO: ¿Y los otros? ¡Érais
muchos!
MAX: ¡Creo que todos han muerto!
EL MINISTRO: ¡No has cambiado!... Max,
yo no quiero herir tu delicadeza, pero en tanto dure aquí, puedo darte un
sueldo.
MAX: ¡Gracias!
EL MINISTRO: ¿Aceptas?
MAX: ¡Qué remedio!
EL MINISTRO: Tome usted nota, Dieguito.
¿Dónde vives, Max?
MAX: Dispóngase usted a escribir largo,
joven maestro: -Bastardillos, veintitrés, duplicado, Escalera interior,
Guardilla B-. Nota. Si en este laberinto hiciese falta un hilo para guiarse, no
se le pida a la portera, porque muerde.
EL MINISTRO: ¡Cómo te envidio el humor!
MAX: El mundo es mío, todo me sonríe,
soy un hombre sin penas.
EL MINISTRO: ¡Te envidio!
MAX: ¡Paco, no seas majadero!
EL MINISTRO: Max, todos los meses te
llevarán el haber a tu casa. ¡Ahora, adiós! ¡Dame un abrazo!
MAX: Toma un dedo, y no te enternezcas.
EL MINISTRO: ¡Adiós, Genio y Desorden!
MAX: Conste que he venido a pedir un
desagravio para mi dignidad, y un castigo para unos canallas. Conste que no
alcanzo ninguna de las dos cosas, y que me das dinero, y que lo acepto porque
soy un canalla. No me estaba permitido irme del mundo sin haber tocado alguna
vez el fondo de los Reptiles. ¡Me he ganado los brazos de Su Excelencia!
MÁXIMO ESTRELLA, con los brazos
abiertos en cruz, la cabeza erguida, los ojos parados, trágicos en su ciega
quietud, avanza como un fantasma. Su Excelencia, tripudo, repintado, mantecoso,
responde con un arranque de cómico viejo, en el buen melodrama francés. Se
abrazan los dos. Su Excelencia, al separarse, tiene una lágrima detenida en los
párpados. Estrecha la mano del bohemio, y deja en ella algunos billetes.
EL MINISTRO: ¡Adiós! ¡Adiós! Créeme que
no olvidaré este momento.
MAX: ¡Adiós, Paco! ¡Gracias en nombre
de dos pobres mujeres!
Su Excelencia toca un timbre. EL UJIER
acude soñoliento. MÁXIMO ESTRELLA, tanteando con el palo, va derecho hacia el
fondo de la estancia, donde hay un balcón.
EL MINISTRO: Fernández, acompañe usted
a ese caballero, y déjele en un coche.
MAX: Seguramente que me espera en la
puerta mi perro.
EL UJIER: Quien le espera a usted es un
sujeto de edad, en la antesala.
MAX: Don Latino de Hispalis: Mi perro.
EL UJIER toma de la manga al bohemio.
Con aire torpón le saca del despacho, y guipa al soslayo el gesto de Su
Excelencia. Aquel gesto manido de actor de carácter en la gran escena del reconocimiento.
EL MINISTRO: ¡Querido Dieguito, ahí
tiene usted un hombre a quien le ha faltado el resorte de la voluntad! Lo tuvo
todo, figura, palabra, gracejo. Su charla cambiaba de colores como las llamas
de un ponche.
DIEGUITO: ¡Qué imagen soberbia!
EL MINISTRO: ¡Sin duda, era el que más
valía entre los de mi tiempo!
DIEGUITO: Pues véalo usted ahora en
medio del arroyo, oliendo a aguardiente, y saludando en francés a las
proxenetas.
EL MINISTRO: ¡Veinte años! ¡Una vida!
¡E, inopinadamente, reaparece ese espectro de la bohemia! Yo me salvé del
desastre renunciando al goce de hacer versos. Dieguito, usted de esto no sabe
nada, porque usted no ha nacido poeta.
DIEGUITO: ¡Lagarto! ¡Lagarto!
EL MINISTRO: ¡Ay, Dieguito, usted no
alcanzará nunca lo que son ilusión y bohemia! Usted ha nacido institucionista,
usted no es un renegado del mundo del ensueño. ¡Yo, sí!
DIEGUITO: ¿Lo lamenta usted, Don
Francisco?
EL MINISTRO: Creo que lo lamento.
DIEGUITO: ¿El Excelentísimo Señor
Ministro de la Gobernación, se cambiaría por el poeta Mala-Estrella?
EL MINISTRO: ¡Ya se ha puesto la toga y
los vuelillos el Señor Licenciado Don Diego del Corral! Suspenda un momento el
interrogatorio su señoría, y vaya pensando cómo se justifican las pesetas que
hemos de darle a Máximo Estrella.
DIEGUITO: Las tomaremos de los fondos
de Policía.
EL MINISTRO: ¡Eironeia!
Su Excelencia se hunde en una poltrona,
ante la chimenea que aventa sobre la alfombra una claridad trémula. Enciende un
cigarro con sortija, y pide La Gaceta. Cabálgase los lentes, le pasa la vista,
se hace un gorro, y se duerme.
-Le ha ido mejor al ministro.
-Piensa que es una profesión que no le sirve para poder subsistir.
-Saca el dinero de los fondos de la Policia.
-La malversación de fondos públicos.
TEMA 2: CRÍTICA A LA BURGUESÍA Y A LOS POLÍTICOS
ESCENA 1
Max Estrella ha sido detenido por escándalo público y en
el calabozo coincide con un preso que se ha negado a ir reclutado a la guerra
de Marruecos. En el minuto 48 tienes esta escena: LUCES DE BOHEMIA PELÍCULA:
- ¿Qué opinan el preso y Max Estrella de la burguesía
española?
- ¿Qué solución propone el preso para acabar con las
injusticias sociales?
- ¿Está Max Estrella de acuerdo con él?
- ¿Qué dice el
preso que le va a a ocurrir por culpa de la ley de fugas (disparar a matar a
los presos que huyen)?
- ¿Crees que semejante escena podía ser representada en
aquella época? ¿Por qué?
El calabozo. Sótano mal alumbrado por una candileja. En la sombra se mueve
el bulto de un hombre. Blusa, tapabocas y alpargatas. Pasea hablando solo.
Repentinamente se abre la puerta. MAX ESTRELLA, empujado y trompicando, rueda
al fondo del calabozo. Se cierra de golpe la puerta.
MAX: ¡Canallasl. ¡Asalariados! ¡Cobardes!
VOZ FUERA: ¡Aún vas a llevar mancuerna!
MAX: ¡Esbirro!
Sale de la tiniebla el bulto del hombre morador del calabozo. Bajo la luz
se le ve esposado, con la cara llena de sangre.
EL PRESO: ¡Buenas noches!
MAX: ¿No estoy solo?
EL PRESO: Así parece.
MAX: ¿Quién eres, compañero?
EL PRESO: Un paria.
MAX: ¿Catalán?
EL PRESO: De todas partes.
MAX: ¡Paria!... Solamente los obreros catalanes aguijan su rebeldía con ese
denigrante epíteto. Paria, en bocas como la tuya, es una espuela. Pronto
llegará vuestra hora.
EL PRESO: Tiene usted luces que no todos tienen. Barcelona alimenta una
hoguera de odio, soy obrero barcelonés, y a orgullo lo tengo.
MAX: ¿Eres anarquista?
EL PRESO: Soy lo que me han hecho las Leyes.
MAX: Pertenecemos a la misma Iglesia.
EL PRESO: Usted lleva chalina.
MAX: ¡El dogal de la más horrible servidumbre! Me lo arrancaré, para que
hablemos.
EL PRESO: Usted no es proletario.
MAX: Yo soy el dolor de un mal sueño.
EL PRESO: Parece usted hombre de luces. Su hablar es como de otros tiempos.
MAX: Yo soy un poeta ciego.
EL PRESO: ¡No es pequeña desgracia!... En España el trabajo y la inteligencia
siempre se han visto menospreciados. Aquí todo lo manda el dinero.
MAX: Hay que establecer la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol.
EL PRESO: No basta. El ideal revolucionario tiene que ser la destrucción de
la riqueza, como en Rusia. No es suficiente la degollación de todos los ricos.
Siempre aparecerá un heredero, y aun cuando se suprima la herencia, no podrá
evitarse que los despojados conspiren para recobrarla. Hay que hacer imposible
el orden anterior, y eso sólo se consigue destruyendo la riqueza. Barcelona
industrial tiene que hundirse para renacer de sus escombros con otro concepto
de la propiedad y del trabajo. En Europa, el patrono de más negra entraña es el
catalán, y no digo del mundo porque existen las Colonias Españolas de América.
¡Barcelona solamente se salva pereciendo!
MAX: ¡Barcelona es cara a mi corazón!
EL PRESO: ¡Yo también la recuerdo!
MAX: Yo le debo los únicos goces en la lobreguez de mi ceguera. Todos los
días, un patrono muerto, algunas veces, dos... Eso consuela.
EL PRESO: No cuenta usted los obreros que caen...
MAX: Los obreros se reproducen populosamente, de un modo comparable a las
moscas. En cambio, los patronos, como los elefantes, como todas las bestias
poderosas y prehistóricas, procrean lentamente. Saulo, hay que difundir por el
mundo la religión nueva.
EL PRESO: Mi nombre es Mateo.
MAX: Yo te bautizo Saulo. Soy poeta y tengo el derecho al alfabeto. Escucha
para cuando seas libre, Saulo. Una buena cacería puede encarecer la piel de
patrono catalán por encima del marfil de Calcuta.
EL PRESO: En ello laboramos.
MAX: Y en último consuelo, aun cabe pensar que exterminando al proletario
también se extermina al patrón.
EL PRESO: Acabando con la ciudad, acabaremos con el judaísmo barcelonés.
MAX: No me opongo. Barcelona semita sea destruida, como Cartago y
Jerusalén. ¡Alea jacta est! Dame la mano.
EL PRESO: Estoy esposado.
MAX: ¿Eres joven? No puedo verte.
EL PRESO: Soy joven. Treinta años.
MAX: ¿De qué te acusan?
EL PRESO: Es cuento largo. Soy tachado de rebelde... No quise dejar el
telar por ir a la guerra y levanté un motín en la fábrica. Me denunció el
patrón, cumplí condena, recorrí el mundo buscando trabajo, y ahora voy por
tránsitos, reclamado de no sé qué jueces. Conozco la suerte que me espera:
Cuatro tiros por intento de fuga. Bueno. Si no es más que eso...
MAX: ¿Pues qué temes?
EL PRESO: Que se diviertan dándome tormento.
MAX: ¡Bárbaros!
EL PRESO: Hay que conocerlos.
MAX: Canallas. ¡Y ésos son los que protestan de la leyenda negra!
EL PRESO: Por siete pesetas, al cruzar un lugar solitario, me sacarán la
vida los que tienen a su cargo la defensa del pueblo. ¡Y a esto llaman justicia
los ricos canallas!
MAX: Los ricos y los pobres, la barbarie ibérica es unánime.
EL PRESO: ¡Todos!
MAX: ¡Todos! ¿Mateo, dónde está la bomba que destripe el terrón maldito de
España?
EL PRESO: Señor poeta que tanto adivina, ¿no ha visto usted una mano
levantada?
Se abre la puerta del calabozo, y EL LLAVERO, con jactancia de rufo, ordena
al preso maniatado que le acompañe.
EL LLAVERO: Tú, catalán, ¡disponte!
EL PRESO: Estoy dispuesto.
EL LLAVERO: Pues andando. Gachó, vas a salir en viaje de recreo.
El esposado, con resignada entereza, se acerca al ciego y le toca el hombro
con la barba. Se despide hablando a media voz.
EL PRESO: Llegó la mía... Creo que no volveremos a vernos...
MAX: ¡Es horrible!
EL PRESO: Van a matarme... ¿Qué dirá mañana esa Prensa canalla?
MAX: Lo que le manden.
EL PRESO: ¿Está usted llorando?
MAX: De impotencia y de rabia. Abracemonos, hermano.
-Ambos piensan que la burguesía está controlado por el dinero.
- El preso propone la idea de acabar con la riqueza. Por ejemplo, dice que
Barcelona puede a ser lo
que era antes solo si se hunde para volver a renacer.
-Sí, Max también piensa lo mismo.
-Intentara fugarse pero en el proceso le mataran.
-No, porque se critica a un público, que es la burguesía, a la que va
dirigida la obra, eran los que podía permitirse ir al teatro.
ESCENA 2
Para disolver una manifestación popular, la policía
dispara y mata accidentalmente a un niño. Luego se establece el siguiente
diálogo entre la gente que muestra las distintas reacciones ante lo ocurrido.
Ve hasta 1 hora y 18 minutos y tendrás esta escena:LUCES DE BOHEMIA PELÍCULA:
- ¿Cómo es la reacción de la burguesía (tabernero,
empeñista, retirado) ante la trágica muerte del niño?
- ¿Qué es lo único que les preocupa?
¿Qué dice el albañil?
- Relaciona lo que
al final dicen que le ha pasado a un preso fugado con los temores expresados
por el preso en la escena anterior
- ¿Qué dice Max
Estrella al final?
Una calle del Madrid austriaco. Las
tapias de un convento. Un casón de nobles. Las luces de una taberna. Un grupo
consternado de vecinas, en la acera. Una mujer, despechugada y ronca, tiene en
los brazos a su niño muerto, la sien traspasada por el agujero de una bala. MAX
ESTRELLA y DON LATINO hacen un alto.
MAX: También aquí se pisan cristales
rotos.
DON LATINO: ¡La zurra ha sido buena!
MAX: ¡Canallas!... ¡Todos!... ¡Y los primeros
nosotros, los poetas!
DON LATINO: ¡Se vive de milagro!
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Maricas, cobardes!
¡El fuego del Infierno os abrase las negras entrañas! ¡Maricas, cobardes!
MAX: ¿Qué sucede, Latino? ¿Quién llora?
¿Quién grita con tal rabia?
DON LATINO: Una verdulera, que tiene a
su chico muerto en los brazos.
MAX: ¡Me ha estremecido esa voz
trágica!
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Sicarios! ¡Asesinos
de criaturas!
EL EMPEÑISTA: Está con algún trastorno,
y no mide palabras.
EL GUARDIA: La autoridad también se
hace el cargo.
EL TABERNERO: Son desgracias
inevitables para el restablecimiento del orden.
EL EMPEÑISTA: Las turbas anárquicas me
han destrozado el escaparate.
LA PORTERA: ¿Cómo no anduvo usted más
vivo en echar los cierres?
EL EMPEÑISTA: Me tomó el tumulto fuera
de casa. Supongo que se acordará el pago de daños a la propiedad privada.
EL TABERNERO: El pueblo que roba en los
establecimientos públicos, donde se le abastece, es un pueblo sin ideales
patrios.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Verdugos del hijo
de mis entrañas!
UN ALBAÑIL: El pueblo tiene hambre.
EL EMPEÑISTA: Y mucha soberbia.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Maricas, cobardes!
UNA VIEJA: ¡Ten prudencia, Romualda!
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que me maten como a
este rosal de Mayo!
LA TRAPERA: ¡Un inocente sin culpa!
¡Hay que considerarlo!
EL TABERNERO: Siempre saldréis diciendo
que no hubo los toques de Ordenanza.
EL RETIRADO: Yo los he oído.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Mentira!
EL RETIRADO: Mi palabra es sagrada.
EL EMPEÑISTA: El dolor te enloquece,
Romualda.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Asesinos! ¡Veros es
ver al verdugo!
EL RETIRADO: El Principio de Autoridad
es inexorable.
EL ALBAÑIL: Con los pobres. Se ha
matado, por defender al comercio, que nos chupa la sangre.
EL TABERNERO: Y que paga sus contribuciones,
no hay que olvidarlo.
El EMPEÑISTA: El comercio honrado no
chupa la sangre de nadie.
LA PORTERA: ¡Nos quejamos de vicio!
EL ALBAÑIL: La vida del proletario no
representa nada para el Gobierno.
MAX: Latino, sácame de este círculo
infernal.
Llega un tableteo de fusilada. El grupo
se mueve en confusa y medrosa alerta. Descuella el grito
ronco de la mujer, que al ruido de las
descargas aprieta a su niño muerto en los brazos.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Negros fusiles,
matadme también con vuestros plomos!
MAX: Esa voz me traspasa.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que tan fría, boca
de nardo!
MAX: ¡Jamás oí voz con esa cólera
trágica!
DON LATINO: Hay mucho de teatro.
MAX: ¡Imbécil!
El farol, el chuzo, la caperuza del
sereno, bajan con un trote de madreñas por la acera.
EL EMPEÑISTA: ¿Qué ha sido, sereno?
EL SERENO: Un preso que ha intentado
fugarse.
MAX: Latino, ya no puedo gritar... ¡Me
muero de rabia!... Estoy mascando ortigas. Ese muerto sabía su fin... No le
asustaba, pero temía el tormento... La Leyenda Negra, en estos días menguados,
es la Historia de España. Nuestra vida es un círculo dantesco. Rabia y
vergüenza. Me muero de hambre, satisfecho de no haber llevado una triste
velilla en la trágica mojiganga. ¿Has oído los comentarios de esa gente, viejo
canalla? Tú eres como ellos. Peor que ellos, porque no tienes una peseta y
propagas la mala literatura, por entregas. Latino, vil corredor de aventuras
insulsas, llévame al Viaducto. Te invito a regenerarte con un vuelo.
DON LATINO: ¡Max, no te pongas
estupendo!
-Dicen que la madre está loca, y no les
importa la muerte del niño
-Lo único que les preocupa es que no
haga mucho escándalo y que se les paguen los daños hechos
por las
manifestaciones.
-Dice que la vida del proletariado no
le importa al gobierno.
-El preso tenía el temor de ser asesinado
mientras escapa de prisión, que es lo que comunica el sereno a Max, un preso
intento huir pero murió en el intento.
-Dice que Don Latino es igual que los
de la burguesía solo les mueve el dinero.
TEMA
3: DEFINICIÓN DE ESPERPENTO
ESCENA 1
Max va a morir congelado en la puerta de su casa ante la
presencia de Don Latino, que ni siquiera le abriga. Poco antes, hace una
explicación de lo que es el esperpento y para ello utiliza los espejos deformantes
que había en el Callejón del Gato de Madrid (son como los que hay en algunos
parques de atracciones que hacen más gordo o más delgado al que se refleja).
Hoy en el mismo sitio (donde ahora hay un famoso bar especializado en patatas
bravas en la zona de Huertas en Madrid) sigue habiendo este tipo de espejos en
homenaje a la obra y a su autor. Tienes esta escena a partir de 1 hora 24 m de
la película LUCES DE BOHEMIA PELÍCULA :
- Relaciona la definición que Max Estrella hace del
esperpento con lo que antes explicaste tú en la pregunta 3.1.2:
- ¿Por qué para Max Estrella/Valle Inclán los espejos
deformantes son los únicos que pueden reflejar cómo es España?
Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por
fondo. Sobre las campanas negras, la luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA
filosofan sentados en el quicio de una puerta. A lo largo de su coloquio, se
torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían algunos pájaros. Remotos
albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún están las puertas
cerradas. Despiertan las porteras.
MAX: ¿Debe estar amaneciendo?
DON LATINO: Así es.
MAX: ¡Y que frío!
DON LATINO: Vamos a dar unos pasos.
MAX: Ayúdame, que no puedo levantarme. ¡Estoy
aterido!
DON LATINO: ¡Mira que haber empeñado la capa!
MAX: Préstame tu carrik, Latino.
DON LATINO: ¡Max, eres fantástico!
MAX: Ayúdame a ponerme en pie.
DON LATINO: ¡Arriba, carcunda!
MAX: ¡No me tengo!
DON LATINO: ¡Qué tuno eres!
MAX: ¡Idiota!
DON LATINO: ¡La verdad es que tienes una fisonomía
algo rara!
MAX: ¡Don Latino de Hispalis, grotesco personaje, te
inmortalizaré en una novela!
DON LATINO: Una tragedia, Max.
MAX: La tragedia nuestra no es tragedia.
DON LATINO: ¡Pues algo será!
MAX: El Esperpento.
DON LATINO: No tuerzas la boca, Max.
MAX: ¡Me estoy helando!
DON LATINO: Levántate. Vamos a caminar.
MAX: No puedo.
DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a caminar.
MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te has ído, Latino?
DON LATINO: Estoy a tu lado.
MAX: Como te has convertido en buey, no podía
reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. ¡Muge,
Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo torearemos.
DON LATINO: Me estás asustando. Debías dejar esa
broma.
MAX: Los ultraístas son unos farsantes. El
esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse en
el callejón del Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente curda!
MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos
cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede
darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás contagiando!
MAX: España es una deformación grotesca de la
civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son
absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme
en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está
sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es transformar con
matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo
espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España.
DON LATINO: Nos mudaremos al callejón del Gato.
-Son los héroes clásicos deformados.
-Porque piensan que la realidad de España solo se podía ver a través de
algo que lo deformara.
FERDERICO
GARCÍA LORCA
4.2.1-
Etapas: Distribuye todas sus obras en las tres etapas en que se divide su
teatro y explica brevemente el argumento de cada una (céntrate especialmente en
las tres últimas)
Etapa Inicial:
-El maleficio de
la mariposa: El poeta Curianito rompe
con el mundo establecido de las convenciones y se enamora de la Mariposa, haciéndole
buscar más allá del amor para encontrar la muerte.
-Mariana Pineda:
heroína ajusticiada en 1831 por haber
bordado una bandera liberal, es la primera criatura humana del teatro lorquiano
cuya vocación de libertad y amor sólo encontrará salida en la muerte.
-La zapatera
prodigiosa: una joven hermosa casada
con un zapatero viejo, la zapatera lucha con la realidad que le cerca y que le
impide ser libre.
-Amor de don
Perlimplín con Belisa en su jardín:
Don Perlimplin se casa con Belisa, en la noche de bodas Belisa le es infiel a
su marido. La obra concluye cuando se descubre que el amante de Belisa es
Perlimplin “disfrazado”, finalmente este se mata para vivir como un deseo
femenino, deseado pero nunca alcanzado.
-Retablillo de
don Cristóbal:farsa para guiñol, en
la que Lorca introduce el juego del teatro dentro del teatro.
Etapa Vanguardista:
- El público: El público es una obra no terminada. Los fragmentos que conocemos no tienen
conexión. Estaba escrito en 1933, pero no sabemos si lo que nos ha llegado está
completo o es sólo un fragmento.
- Así que pasen cinco años: Un
joven lleva esperando cinco años para casarse, desoyendo entre tanto el amor
que la mecanógrafa le profesa, y cuando llega el momento de que se cumplan sus
ilusiones de casarse, la Novia prefiere al Jugador de rugby. El hijo anhelado
queda como una sombra. El Joven busca entonces a su antigua mecanógrafa, que se
encuentra templada de ausencias y repite el nuevo plazo de cinco años.
Etapa de plenitud:
-Bodas de sangre: Una madre consigue casar a su hijo con una chica de su mismo estatus
social, Novia y Novio. La chica antes de la boda tiene dudas sobre su
matrimonio, al final se escapa con Leonardo su exnovio. El Novio va a buscar a
su prometida, se encuentra a una
mendiga, que simboliza la muerte, y esta le ayuda a encontrar a la Novia.
Finalmente, la Novia tiene una discusión con Leonardo y decide volver con su
marido, pero este había muerto por en su búsqueda.
-Yerma: Yerma se resiste a lo largo de toda la obra a
aceptar su esterilidad, pues la siente como una ofensa y una humillación.
Cuando finalmente la asuma y conozca que a su marido no le importa, ni le ha
importado nunca el hijo, lo matará porque así se convierte en autora y creadora
de su propia esterilidad.
-Doña Rosita la
soltera: Presenta la vida de una
doncella granadina que con el paso del tiempo se convierte en una solterona
esperando a su amado que nunca vuelve porque se había casado.
LA CASA DE BERNARDA ALBA
4.3.2- Teniendo en cuenta lo anterior, lee este fragmento y contesta a las
siguientes preguntas:
- ¿En qué consiste la prohibición de Bernarda?
- ¿Qué papel les asigna en la sociedad a las
mujeres?
- ¿Qué
crees que representa simbólicamente la figura de Bernarda Alba?
LA PONCIA: No tendrás ninguna queja. Ha
venido todo el pueblo.
BERNARDA: Sí; para llenar mi casa con
el sudor de sus refajos y el veneno de sus lenguas.
AMELIA: ¡Madre, no hable usted así!
BERNARDA: Es así como se tiene que
hablar en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe
el agua con el miedo de que esté envenenada.
PONCIA: ¡Cómo han puesto la solería!
BERNARDA: Igual que si hubiese pasado
por ella una manada de cabras. (Poncia limpia el suelo.) Niña, dame el abanico.
ADELA: Tome usted. (Le da un abanico
redondo con flores rojas y verdes.)
BERNARDA: (Arrojando el abanico al
suelo.) ¿Es éste el abanico que se da a una viuda? Dame uno negro y aprende a
respetar el luto de tu padre.
MARTIRIO: Tome usted el mío.
BERNARDA: ¿Y tú?
MARTIRIO: Yo no tengo calor.
BERNARDA: Pues busca otro, que te hará
falta. En ocho años que dure el luto no ha de entrar en esta casa el viento de
la calle. Hacemos cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas.
Así pasó en casa de mi padre y en casa de mi abuelo. Mientras, podéis empezar a
bordar el ajuar. En el arca tengo veinte piezas de hilo con el que podréis
cortar sábanas y embozos. Magdalena puede bordarlas.
MAGDALENA: Lo mismo me da.
ADELA: (Agria.) Si no quieres
bordarlas, irán sin bordados. Así las tuyas lucirán.
MAGDALENA: Ni las mías ni las vuestras.
Sé que yo no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo menos estar
sentada días y días dentro de esta sala oscura.
BERNARDA: Esto tiene ser mujer.
MAGDALENA: Malditas sean las mujeres.
BERNARDA: Aquí se hace lo que yo mando.
Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hembras. Látigo
y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles.
-La prohibición de Bernarda consiste en
no salir de casa durante 8 años por el luto del marido de Bernarda.
-Como dice Bernarda “hilo y aguja para
las hembras”.
-Representa la sociedad, la idea que la
apariencia siempre es lo primero.
4.3.3 - Lee este fragmento y contesta a las
siguientes preguntas:
-¿Aparece alguna vez Pepe el Romano en escena a lo largo de la obra?
¿Por
qué Magdalena cree que no es normal que se case con Angustias?
¿Qué
crees que representa simbólicamente en la obra el personaje de Pepe el Romano?
Magdalena: (Con intención.) ¿Sabéis ya
la cosa...? (Señalando a Angustias.)
Amelia: No.
Magdalena: ¡Vamos!
Martirio: ¡No sé a qué cosa te
refieres...!
Magdalena: Mejor que yo lo sabéis las
dos. Siempre cabeza con cabeza como dos ovejitas, pero sin desahogaros con
nadie. ¡Lo de Pepe el Romano!
Martirio: ¡Ah!
Magdalena: (Remedándola.) ¡Ah! Ya se
comenta por el pueblo. Pepe el Romano viene a casarse con Angustias. Anoche
estuvo rondando la casa y creo que pronto va a mandar un emisario.
Martirio: ¡Yo me alegro! Es buen
hombre.
Amelia: Yo también.
Angustias: Tiene buenas condiciones.
Magdalena: Ninguna de las dos os
alegráis.
Martirio: ¡Magdalena! ¡Mujer!
Magdalena: Si viniera por el tipo de
Angustias, por Angustias como mujer, yo me alegraría, pero viene por el dinero.
Aunque Angustias es nuestra hermana aquí estamos en familia y reconocemos que
está vieja, enfermiza, y que siempre ha sido la que ha tenido menos méritos de
todas nosotras, porque si con veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será
ahora que tiene cuarenta!
Martirio: No hables así. La suerte
viene a quien menos la aguarda.
Amelia: ¡Después de todo dice la
verdad! Angustias tiene el dinero de su padre, es la única rica de la casa y
por eso ahora, que nuestro padre ha muerto y ya se harán particiones, vienen
por ella!
Magdalena: Pepe el Romano tiene
veinticinco años y es el mejor tipo de todos estos contornos. Lo natural sería
que te pretendiera a ti, Amelia, o a nuestra Adela, que tiene veinte años, pero
no que venga a buscar lo más oscuro de esta casa, a una mujer que, como su
padre habla con la nariz.
Martirio: ¡Puede que a él le guste!
Magdalena: ¡Nunca he podido resistir tu
hipocresía!
Martirio: ¡Dios nos valga!
-No, no aparece en todo la obra, solo
se le nombra.
-Porque es la más mayor de todas las
hermanas.
-Representa el deseo femenino hacia el
hombre.
4.3.4-
Lee el este fragmento y contesta las siguientes preguntas. En el siguiente
enlace:LA CASA DE BERNARDA ALBA PELÍCULA
tienes la película basada en la obra. En el minuto 1 hora 27 tiene esta escena:
- ¿Por qué discuten Adela y Martirio?
- ¿Por
qué Martirio sí permite que Pepe el Romano se case con Angustias pero no
soporta que se vaya con Adela?
- ¿Qué
hace Adela con el bastón de su madre?
- ¿Qué hace luego Bernarda?
¿Por qué se suicida Adela? ¿Qué representa simbólicamente el personaje de
Adela (fíjate que al final rompe el luto y se viste de verde.Los colores en
Lorca tienen mucho simbolismo)?
- ¿Qué
es lo único que le preocupa a Bernarda cuando muere Adela?
- ¿A qué conclusión final nos lleva Lorca con el desenlace final de la
obra (es decir, qué quiere decirnos con él)?
Adela: ¿Por qué me buscas?
Martirio: ¡Deja a ese hombre!
Adela: ¿Quién eres tú para decírmelo?
Martirio: No es ése el sitio de una
mujer honrada.
Adela: ¡Con qué ganas te has quedado de
ocuparlo!
Martirio: (En voz alta.) Ha llegado el
momento de que yo hable. Esto no puede seguir así.
Adela: Esto no es más que el comienzo.
He tenido fuerza para adelantarme. El brío y el mérito que tú no tienes. He
visto la muerte debajo de estos techos y he salido a buscar lo que era mío, lo
que me pertenecía.
Martirio: Ese hombre sin alma vino por
otra. Tú te has atravesado.
Adela: Vino por el dinero, pero sus
ojos los puso siempre en mí.
Martirio: Yo no permitiré que lo
arrebates. El se casará con Angustias.
Adela: Sabes mejor que yo que no la
quiere.
Martirio: Lo sé.
Adela: Sabes, porque lo has visto, que
me quiere a mí.
Martirio: (Desesperada.) Sí.
Adela: (Acercándose.) Me quiere a mí,
me quiere a mí.
Martirio: Clávame un cuchillo si es tu
gusto, pero no me lo digas más.
Adela: Por eso procuras que no vaya con
él. No te importa que abrace a la que no quiere. A mí, tampoco. Ya puede estar
cien años con Angustias. Pero que me abrace a mí se te hace terrible, porque tú
lo quieres también, ¡lo quieres!
Martirio: (Dramática.) ¡Sí! Déjame
decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me
rompa como una granada de amargura. ¡Le quiero!
Adela: (En un arranque, y abrazándola.)
Martirio, Martirio, yo no tengo la culpa.
Martirio: ¡No me abraces! No quieras
ablandar mis ojos. Mi sangre ya no es la tuya, y aunque quisiera verte como
hermana no te miro ya más que como mujer. (La rechaza.)
Adela: Aquí no hay ningún remedio. La
que tenga que ahogarse que se ahogue. Pepe el Romano es mío. Él me lleva a los
juncos de la orilla.
Martirio: ¡No será!
Adela: Ya no aguanto el horror de estos
techos después de haber probado el sabor de su boca. Seré lo que él quiera que
sea. Todo el pueblo contra mí, quemándome con sus dedos de lumbre, perseguida
por los que dicen que son decentes, y me pondré delante de todos la corona de
espinas que tienen las que son queridas de algún hombre casado.
Martirio: ¡Calla!
Adela: Sí, sí. (En voz baja.) Vamos a
dormir, vamos a dejar que se case con Angustias. Ya no me importa. Pero yo me
iré a una casita sola donde él me verá cuando quiera, cuando le venga en gana.
Martirio: Eso no pasará mientras yo
tenga una gota de sangre en el cuerpo.
Adela: No a ti, que eres débil: a un
caballo encabritado soy capaz de poner de rodillas con la fuerza de mi dedo
meñique.
Martirio: No levantes esa voz que me
irrita. Tengo el corazón lleno de una fuerza tan mala, que sin quererlo yo, a
mí misma me ahoga.
Adela: Nos enseñan a querer a las
hermanas. Dios me ha debido dejar sola, en medio de la oscuridad, porque te veo
como si no te hubiera visto nunca.
(Se oye un silbido y Adela corre a la
puerta, pero Martirio se le pone delante.)
Martirio: ¿Dónde vas?
Adela: ¡Quítate de la puerta!
Martirio: ¡Pasa si puedes!
Adela: ¡Aparta! (Lucha.)
Martirio: (A voces.) ¡Madre, madre!
Adela: ¡Déjame!
(Aparece Bernarda. Sale en enaguas con
un mantón negro.)
Bernarda: Quietas, quietas. ¡Qué
pobreza la mía, no poder tener un rayo entre los dedos!
Martirio: (Señalando a Adela.) ¡Estaba
con él! ¡Mira esas enaguas llenas de paja de trigo!
Bernarda: ¡Esa es la cama de las mal
nacidas! (Se dirige furiosa hacia Adela.)
Adela: (Haciéndole frente.) ¡Aquí se
acabaron las voces de presidio! (Adela arrebata un bastón a su madre y lo parte
en dos.) Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más.
¡En mí no manda nadie más que Pepe!
(Sale Magdalena.)
Magdalena: ¡Adela!
(Salen la Poncia y Angustias.)
Adela: Yo soy su mujer. (A Angustias.)
Entérate tú y ve al corral a decírselo. Él dominará toda esta casa. Ahí fuera
está, respirando como si fuera un león.
Angustias: ¡Dios mío! Bernarda: ¡La
escopeta! ¿Dónde está la escopeta? (Sale corriendo.)
(Aparece Amelia por el fondo, que mira
aterrada, con la cabeza sobre la pared. Sale detrás Martirio.)
Adela: ¡Nadie podrá conmigo! (Va a
salir.)
Angustias: (Sujetándola.) De aquí no
sales con tu cuerpo en triunfo, ¡ladrona! ¡deshonra de nuestra casa!
Magdalena: ¡Déjala que se vaya donde no
la veamos nunca más!
(Suena un disparo.)
Bernarda: (Entrando.) Atrévete a
buscarlo ahora.
Martirio: (Entrando.) Se acabó Pepe el
Romano.
Adela: ¡Pepe! ¡Dios mío! ¡Pepe! (Sale corriendo.)
La Poncia: ¿Pero lo habéis matado?
Martirio: ¡No! ¡Salió corriendo en la
jaca!
Bernarda: No fue culpa mía. Una mujer
no sabe apuntar.
Magdalena: ¿Por qué lo has dicho
entonces?
Martirio: ¡Por ella! Hubiera volcado un
río de sangre sobre su cabeza.
La Poncia: Maldita.
Magdalena: ¡Endemoniada!
Bernarda: Aunque es mejor así. (Se oye
como un golpe.) ¡Adela! ¡Adela!
La Poncia: (En la puerta.) ¡Abre!
Bernarda: Abre. No creas que los muros
defienden de la vergüenza.
Criada: (Entrando.) ¡Se han levantado
los vecinos!
Bernarda: (En voz baja, como un
rugido.) ¡Abre, porque echaré abajo la puerta! (Pausa. Todo queda en silencio)
¡Adela! (Se retira de la puerta.) ¡Trae un martillo! (La Poncia da un empujón y
entra. Al entrar da un grito y sale.) ¿Qué?
La Poncia: (Se lleva las manos al
cuello.) ¡Nunca tengamos ese fin!
(Las hermanas se echan hacia atrás. La
Criada se santigua. Bernarda da un grito y avanza.)
La Poncia: ¡No entres!
Bernarda: No. ¡Yo no! Pepe: irás
corriendo vivo por lo oscuro de las alamedas, pero otro día caerás.
¡Descolgarla! ¡Mi hija ha muerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestirla como
si fuera doncella. ¡Nadie dirá nada! ¡Ella ha muerto virgen! Avisad que al amanecer
den dos clamores las campanas.
Martirio: Dichosa ella mil veces que lo
pudo tener.
Bernarda: Y no quiero llantos. La
muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! (A otra hija.) ¡A callar he
dicho! (A otra hija.) Las lágrimas cuando estés sola. ¡Nos hundiremos todas en
un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me
habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio!
-Discuten porque Adela quiere quitarle
el marido a Angustias.
-Porque le tiene envidia a su hermana, porque
Pepe se ha fijado en Adela y no en ella.
-Adela coge el bastón y lo parte en
dos.
-Va en la búsqueda de Pepe y le
dispara, pero hace creer a su hija que lo ha matado.
-Se suicida porque cree que Pepe ha
muerto. Representa la liberación hacia la sociedad y las apariencias.
-Lo que le preocupa es que su hija aparente
estar virgen y que sus hermanas no lloren en público.
-El destino fatídico, Adela se rebela
pero finalmente acaba suicidándose por la supuesta muerte de Pepe.